EMPRESARIOS MILLONARIOS GENEROSOS
Lo ha hecho tras la principal cadena de comida a domicilio de Turquía, un acto generoso que le ha convertido en un fenómeno mediático. Aunque no es el único jefe que compensa así a sus empleados.
Otro empresario, chino en esta ocasión, cambió la vida de sus más de 6.000 al pagarles unas vacaciones de lujo en Niza y en París. Le costó 13 millones de euros, pero se llevó un record Guinness y, sobre todo, una publicidad sin precedentes.
Algo más discreto fue un coleccionista de arte americano, que tuvo su "ataque de desprendimiento" en el modesto restaurante neoyorkino en el que suele comer. Dejó 100.000 dólares de propina, 90.000 euros a repartir entre 10 camareros.
Trabajadores que han tenido la fortuna de tener jefes y clientes muy generosos.