PRIMER ENCUENTRO TRAS LAS ELECCIONES

Trump se muestra "impaciente" por trabajar en el relevo y Obama desea "éxito" a su sucesor

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que está "impaciente" por trabajar con Barack Obama, a quien describió como un "hombre muy bueno" al que no dudará en acudir para recibir consejo durante su Presidencia, tras reunirse con él en la Casa Blanca. Por su parte, el aún presidente se mostró "alentado" por su primera conversación con su sucesor,

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió en la Casa Blanca a su sucesor, el republicano Donald Trump, para dar comienzo al proceso de transferencia de poderes que culminará el 20 de enero, cuando el millonario jurará el cargo. La reunión comenzó sobre las 11:00 hora local (16:00 GMT) y representa el principio del traspaso de poderes entre Obama y Trump, quien ha prometido acabar con el legado del mandatario demócrata en inmigración, derogar su reforma sanitaria y romper el acuerdo nuclear logrado con Irán en julio de 2015.

No obstante, ambos han reconocido buena sintonía en este encuentro. Trump aseguró que está "impaciente" por trabajar con Obama, a quien describió como un "hombre muy bueno", al que no dudará en acudir para recibir consejo durante su Presidencia. "Estoy deseando trabajar con el presidente en el futuro, incluido para pedir consejo", afirmó durante una breve comparecencia ante la prensa tras una reunión de una hora y media.

El encuentro, según dijo Trump, iba a durar solo unos 10 o 15 minutos y tenía como objetivo que los dos hombres se conocieran en persona después de una dura campaña electoral, en la que intercambiaron duras críticas y en la que el millonario llegó a culpar a Obama de "fundar" Daesh. El encuentro duró finalmente una hora y media debido a que los dos tenían mucho de que hablar y "podría haber llegado a ser mucho más largo", según destacó Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero próximo. "Ha sido un gran honor conocerle y será un honor estar con usted muchas más veces", subrayó Trump, que aseguró sentir un "gran respeto" por Obama.

Por su parte, el aún presidente de Estados Unidos se mostró "alentado" por su primera conversación con su sucesor y dijo que hará todo lo posible para que el líder electo "tenga éxito" por el bien de todo el país. "Quiero enfatizar, señor presidente electo, que ahora vamos a hacer todo lo que podamos para ayudarle a tener éxito, porque si usted tiene éxito, el país tendrá éxito", afirmó Obama al concluir su reunión con Trump en la Casa Blanca.

El mandatario dijo haber mantenido una "excelente" conversación con Trump sobre "temas organizativos de la Casa Blanca", sobre "política exterior y sobre política nacional". "Me siento muy alentado por el interés del presidente electo Trump en trabajar con mi equipo sobre muchos de los temas que afronta este gran país", sostuvo Obama, sentado junto a Trump frente a la chimenea del Despacho Oval. "Creo que es importante que todos, independientemente de nuestro partido y preferencias políticas, nos unamos ahora y trabajemos juntos para lidiar con los muchos retos que afrontamos", añadió.

Mientras, la primera dama, Michelle Obama, recibió en la residencia presidencial a su sucesora, Melania Trump, con quien también mantuvo "una excelente conversación", en palabras del actual mandatario. "Queremos asegurarnos de que se sienten bienvenidos durante los preparativos para la transición", subrayó Obama.

No obstante, la tensión entre Obama y Trump quedó patente en la sigilosa llegada del presidente electo, que ingresó a la Casa Blanca por el jardín sur para evitar a la prensa, y en el hecho de que, al menos hasta ahora, no se haya difundido ninguna foto oficial entre la actual Administración y la próxima. En noviembre de 2008, el entonces presidente electo Barack Obama y su esposa Michelle se hicieron una foto frente a la Casa Blanca con el mandatario saliente, George W. Bush, y su mujer Laura, el día en que les recibieron por primera vez.

En la calle Pensilvania, que se encuentra enfrente de la Casa Blanca, ya están comenzando a montarse las tradicionales gradas con las que los ciudadanos contemplan la salida del antiguo presidente y la entrada del nuevo en la mansión presidencial el día de la investidura presidencial el 20 de enero.

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