SE ACABA SU MANDATO

Los ocho años de Obama en la Casa Blanca, un gobierno marcado por éxitos pero también por fracasos

Barack Obama llegó al Gobierno en medio de enormes expectativas y se va sin que su legado haya podido superar un hecho muy concreto: será recordado por ser el primer presidente de raza negra de la historia norteamericana y no por su gestión.

Barack Obama llegó al Gobierno de Estados Unidos con muchas expectativas. Lo que prometía ante todo era sacar al país de la enorme crisis, terminar las guerras y sacar adelante la reforma sanitaria. Más o menos eso está cumplido, pero había muchas más expectativas que ahora se han quedado en el olvido.

A día de hoy, Obama es más popular que cuando ganó las elecciones, pero lo que es indudable es que su lugar en la historia todavía esta por determinar.

Con el lema "Yes, we can (Sí, podemos)", Barack Obama llegó a la Casa Blanca intentando animar a un país deprimido por las consecuencias de los atentados del 11 de Septiembre y una profunda crisis.

Pablo Hispán, un profesor de Relaciones Internacionales, asegura que los logros de política nacional son dos: "la cuestión económica", ya que el país está ahora mucho mejor y "la reforma sanitaria", que también está ya bastante encauzada. Ahora es un país autosuficiente a nivel energético y comprometido en la lucha contra el cambio climático.

Logros también en el exterior, entre ellos haber acabado con Bin Laden y los acuerdos con dos viejos enemigos: Irán y Cuba. El experto indica que "el problema era una cuestión de voluntad política, no de aceptación o no del régimen de los Castro, si no una cuestión de si dos vecinos que tienen que tener relaciones diplomáticas o no".

Pero la política exterior también es la responsable de muchas de sus sombras. Ni ha podido cerrar Guantánamo como prometió, ni sacar a las tropas totalmente de Irak y de Afganistán. También se le achaca el no haber sabido atajar a Daesh y no haber intervenido a tiempo en Siria. La guerra en este país, sumada a la crisis en Ucrania, han generado una nueva guerra fria entre Moscú y Washington.

En Estados Unidos, Obama no ha podido erradicar la violencia por armas de fuego por las que mueren más de 30.000 personas al año. A pesar de todo, dejará el puesto con un Nóbel de la Paz, que le sorprendió hasta a él mismo, y con un 55% de respaldo.

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