CLAVES
Donald Trump ha ganado a la demócrata Hillary Clinton contra todo pronóstico en unas elecciones muy reñidas, en las que las encuestas daban la victoria a la que fuera primera dama.
La campaña electoral supuestamente no había beneficiado al magnate republicano debido a sus salidas de tono y a la filtración de unos vídeos en los que hacía comentarios denigrantes hacia las mujeres. Sin embargo, los estadounidenses no solo no le han castigado, sino que ha conseguido vencer en estados donde los republicanos han perdido en las seis últimas elecciones, como es Pensilvania.
Allí se trasladó Donald Trump en la víspera de la cita electoral y pidió el voto de la clase obrera apelando a la corrupción y al cambio en las instituciones. Su mensaje no dejó indiferente a nadie, y precisamente ese estado le ha dado la llave de la Casa Blanca por poco menos de 68.000 votos.
Sin embargo no ha sido el único estado donde sus mensajes contra las medidas económicas han calado. En Wisconsin y Michigan, territorios industriales duramente castigados por la crisis, también ha resultado ganador el candidato republicano.
Son precisamente esos tres estados, Pensilvania, Winsconsin y Michigan, que anteriormente eran demócratas, los que le han dado la victoria a Donald Trump estas elecciones.
Pero además Trump también ha vencido, por un estrecho margen, en Florida y en otros estados bisagra como Ohio o Carolina del Norte.
Todo ello con un mensaje muy claro en contra de su rival Hillary Clinton, a quien ha descrito como una corrupta más, al servicio de sus propios intereses.
Sin embargo todos sus mensajes no eran contra la candidata demócrata, sino que también ha reservado espacio para hablar de sí mismo, ensalzando su falta de experiencia política y convirtiéndola en una virtud, que según Trump, le acerca al ciudadano de a pie.
Según los expertos, el candidato resulta más cercano cuando se acerca a los estadounidenses. Trump ha contactado con los miedos y la frustración de familias desencantadas, golpeadas por la crisis, la globalización, el cambio demográfico y el terrorismo. Y para ello ha utilizado un lenguaje agresivo, propuestas polémicas y la imagen de un hombre capaz de devolver casi en solitario el sueño americano a toda la nación.