LA SOCIEDAD SE ENCUENTRA DIVIDIDA
El Senado argentino ha iniciado el debate sobre el proyecto de ley para legalizar el aborto, que ya fue aprobado el pasado mes de junio en la Cámara de Diputados tras una jornada maratoniana que se espera que se repita este miércoles, debido a lo controvertido de esta medida en el país suramericano.
La sesión ha arrancado en torno a las 10.30 (hora local) con la presencia de tan solo 65 de los 72 senadores. La única baja anunciada era la de la representante por San Luis, María Eugenia Catalfamo, que está embarazada y necesita reposo. En su caso, se había pronunciado a favor de legalizar el aborto.
Las discusiones parlamentarias se siguen con gran expectación en la calle. En la explanada del Congreso se han concentrado grupos a favor y en contra. A un lado de la plaza se ubican los primeros, caracterizados por el color verde, y al otro, los 'celestes'. Ambos han preparado una jornada repleta de actividades, como conciertos, para amenizar la espera.
La votación no llegará hasta altas horas de la madrugada (hora local) porque intervendrán todos los senadores presentes para exponer sus argumentos. Por las declaraciones que han hecho en los últimos días, el 'no' se impondría por 38 votos en contra frente a 31 a favor.
Si el proyecto finalmente es rechazado, no se podrá volver a discutir en el Congreso hasta el 1 de marzo de 2019, cuando empieza el nuevo curso legislativo, y tendrá que partir de cero. En cambio, si los senadores dan luz verde, la aprobación será definitiva.
El presidente argentino, Mauricio Macri, ha dado libertad de voto al oficialismo, a pesar de que él se declara en contra. El líder conservador ha destacado en redes sociales que "no importa cuál sea el resultado" porque en cualquier caso "hoy ganará la democracia" por la "reflexión" que ha generado en la sociedad argentina.
Actualmente, Argentina permite el aborto en ciertos casos de violación o riesgo para la salud de la madre, pero algunos organismos han denunciado retrasos judiciales que superan los plazos legales para interrumpir el embarazo y que hay demasiados médicos que se niegan a practicarlo.
La nueva norma jurídica, que inició su recorrido en 2006 de manos de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, permitiría poner fin a cualquier embarazo en las primeras doce semanas de gestación sin ningún requisito adicional.
"El Senado de Argentina tiene una oportunidad única para proteger los derechos de las mujeres y niñas poniendo fin a un 'status quo' injusto y dañino que pone su salud y sus vidas en peligro", ha dicho el director de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, José Miguel Vivanco, en un comunicado.
Vivanco ha animado así a Argentina a "unirse a la tendencia global de ampliar la base legal para garantizar el acceso al aborto y afirmar los derechos y la dignidad de mujeres y niñas". A este respecto, ha indicado que, según un estudio del Instituto Guttmacher, desde el año 2000 un total de 28 países han cambiado sus leyes sobre el aborto.
HRW ha recordado además que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hubo 25 millones de abortos no seguros cada año entre 2010 y 2014. Las estadísticas del Ministerio de Sanidad argentino muestran que el 17% de las 245 muertes registradas en mujeres y niñas embarazas en 2016 fueron por abortos no seguros.