LA SITUACIÓN ESTÁ EMPEORANDO
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió una "suspensión inmediata" de las hostilidades en Guta Oriental, el principal feudo de la oposición siria a las afueras de Damasco.
"Estoy profundamente entristecido por el sufrimiento de la población civil en Guta Oriental. 400.000 personas viven en el infierno en la tierra", dijo Guterres, que insistió en que el mundo no puede permitir que esta "tragedia humana" continúe.
El jefe de Naciones Unidas hizo su llamamiento ante el Consejo de Seguridad, que lleva días negociando una posible resolución para decretar una tregua humanitaria de un mes en toda Siria. Guterres dijo que apoya plenamente ese esfuerzo, pero consideró que "Guta Oriental no puede esperar".
Según explicó, la suspensión de los combates debería permitir la entrada de ayuda humanitaria en la zona, la evacuación de unas 700 personas que necesitan tratamiento urgente que no pueden recibir allí y la atención médica sobre el terreno de heridos y enfermos. "Esta es una tragedia humana desarrollándose delante de nuestros ojos y creo que no podemos dejar que las cosas sigan de esta forma horrible", insistió Guterres.
La ONU calcula que unas 400.000 personas residen atrapadas por el asedio en Guta Oriental, cercado por las fuerzas gubernamentales sirias. En los últimos días, la zona ha sido objeto de una escalada de los bombardeos y disparos de artillería, que según los analistas pueden ser preludio de una ofensiva por parte del Ejército sirio. Este martes, al menos 106 personas murieron en esos ataques, según elObservatorio Sirio de Derechos Humanos.
Este miércoles, según los últimos datos de esa ONG, al menos otras 24 habrían fallecido. Ante el recrudecimiento de la violencia en Guta Oriental y en otras zonas de Siria, los servicios humanitarios de la ONU han insistido durante las últimas semanas en la necesidad de una tregua de un mes para aliviar la situación de la población. Varios países del Consejo de Seguridad, liderados por Suecia y Kuwait, tratan de impulsar una resolución en ese sentido, pero hasta ahora la iniciativa se ha encontrado con el rechazo de Rusia.
El embajador sueco ante la ONU, Olof Skoog, dijo a los periodistas que el trabajo sobre ese borrador continúa y confió en que pueda votarse "en los próximos días, a poder ser mañana". El texto, explicó, demanda un cese de las hostilidades durante 30 días en toda Siria y establece que, 48 horas después de su inicio, se permita el acceso de convoyes humanitarios a áreas necesitadas y la evacuación de heridos.