EN UNA PRISION DE DAMASCO
Hasta 13.000 personas murieron ahorcados entre los años 2011 y 2015. Lo hacían en tandas de 50 y la media de ejecuciones al mes, todas en secreto, rondaba las 300. Un informe de Amnistía Internacional ha publicado que el régimen sirio de Bashar Al Assad autorizó durante años todos estos ahorcamientos sistemáticos en una prisión de las afueras de Damasco.
Los presos eran condenados a muerte en un simulacro de juicio, de no más de tres minutos, ante un Tribunal Militar. Luego eran conducidos al sótano de la prisión con los ojos vendados. Una vez allí, les golpeaban durante al menos tres horas antes de ahorcarlos.