TAN ACTIVOS COMO SU PADRE
Aunque han crecido rodeados de lujos, vivir en la Casa Blanca lo supera todo. Tanto que había que contarlo en las redes sociales. Ivanka ha colgado fotografías con el abuelo después de jurar el cargo, con sus hijos y marido camino de la iglesia, vestidos de gala para el baile de investidura o disfrutando de los coches oficiales.
El primogénito de Trump ha dejado constancia de que a su hijo le gusta desayunar disfrazado de tortuga ninja y al resto de la familia jugar a los bolos. Un capricho que el presidente Nixon mandó contruir en el sótano de la Casa Blanca en 1969.
Más sobrio ha aparecido Eric, el mediano. Posando en el balcón Truman, desde donde se contempla la ciudad. Primero con su esposa, después junto a su hermana Tifanny. Y esto es solo el comienzo porque Trump ha dejado claro que reunirá a la familia cada fin de semana.