México
Para muchos, contar con un avión propio se trata de todo un sueño, el mayor de los lujos. Sin embargo, el problema del presidente de México, López Obrador, no reside en no poder hacerse con uno, sino en no poder vender el que ya tiene.
El gigantesco avión presidencial, comprado hace 5 años, no encuentra un nuevo propietario. Obrador se niega a usar argumentando que "no puede haber un gobierno rico para un pueblo pobre".
La primera idea de López Obrador fue venderlo, pero como no aparece comprador ha decidido sortearlo. Para compensar el coste del aparato habrá que vender 6 millones de participaciones a 500 pesos (unos 25 euros). Si lo logran, los 125 millones que quedarían tras descontar los gastos se destinarían a hospitales que atienden gratis a personas sin recursos y a la compra de equipos médicos.
La rifa tendría lugar tentativamente el 5 de mayo, pero será la próxima semana cuando López Obrador decida si finalmente procederá con la lotería para deshacerse de la aeronave.