Open Arms
El barco de la ONG española Open Arms con 363 migrantes a bordo y que había pedido puerto hace cinco días finalmente obtuvo la autorización de las autoridades italianas y se dirige a Pozzallo, en la isla de Sicilia.
La ONG había denunciado este sábado que Malta les había negado un puerto en tres ocasiones y que Italia aún no ha había respondido a su petición de desembarcar y empezaban a escasear los alimentos. "A pesar de todas las dificultades, el esfuerzo vale la pena y 365 vidas se han salvado en esta misión y 363 mañana estarán en tierra firme por primera vez en mucho tiempo", escribió la ONG en las redes sociales.
La autorización por parte de Italia llegó después de que ponerse en marcha el mecanismo de repartición de migrantes en varios países europeos, explicó el Ministerio del Interior italiano, aunque no citó los países implicados. En estos días se produjo la evacuación a Italia de dos personas que tenían graves quemaduras y fuertes dolores abdominales.
Entre ellos se encontraba un joven somalí Mohamed, de 17 años, cuyos padres fueron asesinados por el grupo yihadista Al-Shabab y cinco días antes de subir a la patera fue torturado por los traficantes libios. La última operación de rescate en estos cinco días se produjo durante la noche del miércoles cuando la red "Alarm Phone", que recibe la alerta de las pateras en peligro, advirtió de un barco a la deriva.
El barco humanitario español, el único que en estos momentos opera en aguas del Mediterráneo, respondió a la llamada y localizó a "cerca de cien" personas apiñadas en una "peligrosa" embarcación de madera. A bordo, ya había otros 282 inmigrantes salvados en cuatro operaciones distintas, entre ellos tres mujeres y 38 menores no acompañados y que proceden de países como Sudán del Sur, Gambia, Egipto, Senegal, Chad, Burkina Faso, Guinea y República Centroafricana.
El Open Arms es actualmente el único barco humanitario en la zona del Mediterráneo central, después de que otras naves como el Ocean Viking de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranee y el Alan Kurdi de la ONG alemana Sea Eye fueron autorizados por Italia y Malta a desembarcar a sus rescatados.