PARA QUE SEA TRATADO EN ESTADOS UNIDOS
Un juez podría decidir este viernes la decisión de desconectar o no a Charlie Gard, el bebé británico que sufre una rara enfermedad genética.
La madre de Charlie le ha medido la cabeza y asegura que le ha crecido dos centímetros. Mientras el equipo médico argumenta que la cabeza del pequeño no crece, y por lo tanto, sufre daños irreversibles en el cerebro. Sin embargo, sus padres no están de acuerdo. Ante estas diferencias, el juez pide una tercera opinión independiente que mida de nuevo el cráneo del bebé.
Los padres luchan por llevar a su hijo a Estados Unidos para que sea tratado alli con una terapia experimental. Y están arrropados por siete científicos de Estados Unidos, Italia, España y el Reino Unido que aseguran que el bebé podría mejorar. Ahora es el juez el que decide si Charlie sigue conectado a la vida.