PREOCUPACIÓN ANTE LA INCERTIDUMBRE
La situación dentro del barco es crítica. Solo les queda combustible y alimentos para cuatro días más. Continúan sin tener puerto en el que desembarcar, porque ningún país quiere acoger a los doce inmigrantes que van a bordo. Las familias de la tripulación temen que puedan ser detenidos si intentan atracar en Libia.
El jefe de máquinas ha explicado que tienen escasa comunicación con los migrantes que van a bordo debido a la barrera lingüística. Sobre el estado de ánimo general y la actitud de las doce personas rescatadas ha resaltado que "van a dejarse la vida aquí sea como sea"