La lluvia ha obligado a parar
Han pasado tres días desde el terremoto que azotó México y el joven malagueño de 33 años, Jorge Gómez Varo, sigue atrapado bajo los escombros de la oficina en la que trabajaba.
Jorge sigue vivo, las cámaras térmicas ya le han situado, pero sus constantes vitales son débiles. En las últimas horas ha habido parones a causa de la lluvia y la inestabilidad del edificio. Pero se confía que la lluvia pueda mantenerle hidratado.
La familia del joven malagueño vive con inquietud y esperanza estos momentos, saben, por lo dicho por compañeros de trabajo, que Jorge tuvo una actitud heroica."Se quedó el último porque quería desalojar, como jefe de oficina, a todos los compañeros", dice su hermano, Alejandro Gómez.
Jorge trabajaba desde marzo de 2015 en una empresa gallega de consultoría. Ayer mismo rescataron en ese mismo edificio a una persona con vida entre aplausos. Aplausos que esperan repetir, de momento, el silencio reina para poder seguir escuchando entre los escombros a algún nuevo superviviente.