COINCIDIENDO CON LA SUCESIÓN DE CAMERON
Rodeado de cámaras, en una repleta sala de prensa, el ultranacionalista Farage ha dicho que quiere al Reino Unido fuera de la Unión Europea, pero él mantiene su escaño de eurodiputado, y también su sueldo.
Farage no estuvo en la sesión en la que el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, acusó a los “héroes del 'brexit'” de abandonar el barco, pero esta vez el dimitido lider del independentista UKIP respondía con esta provocación:
“Echaré de menos este teatro, este drama del Parlamento Europeo, ser el villano de esta pantomima. Que todos me gritéis ha sido estupendo", ha afirmado el antieuropeísta que no renuncia a su escaño y al sueldo de 12.000 euros mensuales con dietas como eurodiputado.
Insiste en que no hay vuelta atrás en el referéndum que sella la ruptura con la Unión Europea. Habrá negociaciones porque no duda de que al resto de Europa le interesa. “El cliente siempre es el rey -ha dicho- y el 'brexit' ha colocado al Reino Unido en esa posición”.
“Los productores de vino y champan franceses y la industria del automóvil alemana presionan para un buen acuerdo con el Reino Unido ", aseguró Farage antes del repasar uno a uno los movimientos antieuropeistas dentro de la UE y anuncia más rupturas.
Mientras, los conservadores británicos buscan un nuevo líder después del anuncio de dimisión de David Cameron. En la primera ronda de votaciones, la ministra de Interior, Theresa May, se consolida como favorita. Ya sólo quedan tres candidatos, de cinco.