PUESTO EN LIBERTAD
El español detenido en Róterdam tras activarse una alerta por una posible amenaza terrorista no tenía nada que ver con un posible ataque yihadista.
Se trata de un gallego de 23 años que buscaba aparcamiento para pasar la noche. Iba en su furgoneta, donde llevaba una bombona de gas debido a que trabaja como instalador de aire acondicionado y lo único que había bebido era una cerveza.
Sin embargo ese mismo día las autoridades holandesas recibieron un aviso por parte de las fuerzas de seguridad españolas que alertaba de un posible ataque terrorista. Rápidamente se suspendió un concierto que iba a tener lugar en una sala de Róterdam y la policía encontró la furgoneta del español que, sin hablar holandés ni inglés, fue incapaz de explicarse y fue detenido.