TODO UN HÉROE
Fernando Raigal recibió una llamada para ayudar y, al día siguiente, ya estaba trabajando en la cueva. Para muchos es un héroe: "Estaba aquí, me llamaron y fui. Y como yo, mucha gente".
Alrededor de 1.000 personas movilizadas con un solo objetivo, que todo saliera bien: "Había muchas ganas y si tenías algún pensamiento negativo había que quitarlo".
Las imágenes muestran los instantes más delicados, el momento en que se iban sacando a los niños. Fernando estaba en una de estas angostas cavidades recibiéndolos: "Simplemente los recibía y los pasábamos en camillas hasta otra cavidad, hasta que salían". La única preocupación en ese momento es que "esté bien, esté respirando".
Este rescate, dice, ha sido la suma de un formidable equipo: "Si hay ganas, aunque algo parezca imposible, como mínimo tienes una posibilidad". Y esa posibilidad es la que realmente, en este caso, ha merecido la pena.