Rusia y Ucrania
El secretario general de la ONU se reunirá con Zelenski para abordar el riesgo de incidentes graves. Se compara ya con la catástrofe ocurrida en Chernóbil en 1986.
La reunión mantenida el pasado jueves en Nueva York a petición de Moscú por los 15 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas deja ver que la situación de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia es 'crítica'. Este jueves, el secretario general de la ONU se reúne con Zelenski para abordar el riesgo de incidentes graves. Es urgente la adopción de medidas para evitar enfrentamientos armados que desencadenen una fuga atómica de grandes magnitudes. Además, las tropas ucranianas han realizado un simulacro ante una posible fuga en la central nuclear.
Rusia apoyó la idea de que una delegación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) viaje a la planta nuclear ucraniana antes de septiembre para realizar una inspección y verificar su estado. Kiev sostiene que los ataques a la central de Zaporiyia están siendo llevados a cabo por las tropas rusas con el objetivo de provocar un accidente nuclear y culpar de ello a las fuerzas ucranianas.
"Si se produce un accidente nuclear a gran escala, puede ser más grave que el acaecido en Fukushima".
Un escape nuclear podría afectar, según los expertos, a toda Ucrania en su conjunto y a la anexionada Crimea, a algunas zonas del sur de Rusia e incluso a países como Moldavia, Rumanía, Bulgaria y Bielorrusia. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, cree que una posible catástrofe en Zaporiyia sería "diez veces" más letal que la ocurrida en Chernóbil en 1986. El representante chino ante la ONU, Zhang Jun, advirtió durante su intervención en el Consejo de Seguridad que "la central nuclear de Zaporiyia es una de las más grandes de Europa. Si se produce un accidente nuclear a gran escala, puede ser más grave que el acaecido en Fukushima".
Por su parte, Rafael Grossi, director de la OIEA, dijo que "estas acciones militares cerca de una instalación nuclear tan grande podrían tener consecuencias muy graves". Aseguró que ahora mismo "no existe una amenaza inmediata" para la seguridad del funcionamiento de la planta, pero avisó que "esto podría cambiar en cualquier momento". Y añade que "prevenir una catástrofe nuclear debe ser un objetivo colectivo y global. He pedido a ambas partes que cooperen con el OIEA. Estamos en un momento complicado, en una hora grave y se debe permitir que el organismo lleve a cabo su misión en Zaporiyia lo antes posible". Aseguró que él mismo encabezará la delegación.
A su vez, el representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia denuncia que "los ataques criminales de Kiev contra instalaciones de infraestructura nuclear están poniendo al mundo al borde de una catástrofe nuclear comparable en escala a la de Chernóbil". Según señaló, los bombardeos ucranianos dañaron varios dispositivos importantes para el suministro de energía, se destruyeron tuberías, se incendió hidrógeno en el centro de distribución y quedó cortada una línea eléctrica de alto voltaje. Nebenzia, no obstante, reconoció que "el nivel de radiación en la central de Zaporiyia es normal por el momento", pero advirtió que, de continuar los ataques, "es cuestión de tiempo que se produzca un accidente grave".
El jueves, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió la retirada del personal ruso y las tropas enviada por Moscú a la central nuclear y la creación de un "perímetro seguro desmilitarizado". Estados Unidos apoyó inmediatamente la idea así como también el representante ucraniano, Serguéi Kislitsa
Crear una zona desmilitarizada
Jenkins señaló que Washington apoya la propuesta de Kiev de crear una zona desmilitarizada alrededor de la central y "devolver el control total de la planta a los ucranianos. Esto permitirá a la parte ucraniana mantener la seguridad y el funcionamiento del complejo con todas las precauciones, como ha estado ocurriendo durante décadas", algo que Moscú ha rechazado completamente.
El pasado 4 de marzo, la central nuclear de Zaporiyia fue alcanzada por misiles y disparos de tanques de las tropas rusas. Tuvo lugar un incendio y uno de los reactores tuvo que ser desconectado. El suceso disparó todas las alarmas mundiales ante el temor a una fuga radiactiva y provocó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Desde aquel momento, la planta la planta está en manos de tropas rusas.