Gaza
Después de arrasar el norte y el centro de Gaza, la ofensiva israelí se centra ahora en el sur de la franja, más concretamente en Rafa.
Rafa, enclave a las puertas de Egipto, se ha convertido en una ratonera para un millón y medio de personas. La inmensa mayoría son refugiados que huyen de la tenaz ofensiva israelí que ha peinado el norte y el centro de la franja. Su destino aún puede agravarse después de cuatro meses de muerte, destrucción y calamidades.
"Esta destrucción total es insoportable. Jóvenes y ancianos están sufriendo", clama Yousef frente a las ruinas de su casa. Um, llora ante el lugar donde han perdido la vida sus sobrinos. Los funerales se multiplican también en esta zona, hasta ahora relativamente a salvo de los bombardeos. Ahmed ha perdido a uno de sus hijos. "Mataron a los niños mientras dormían, era su destino", afirma desconsolado ante el cadáver.
Precisamente los menores se han convertido en el colectivo más castigado por esta guerra. Además de los 10.000 niños muertos, UNICEF alerta que hay al menos 17.000 que se han quedado huérfanos o separados de sus familias. El mando israelí, convencido de que es ahora en Rafa donde se encuentran los cabecillas de Hamás, ha decidido consumar su ofensiva también en este territorio. Las autoridades palestinas advierten que eso supondrá una catástrofe humanitaria sin precedentes.