EN TRES DÍAS MÁS DE 200 MUERTOS
El ejército iraquí lucha en Ramadi: soldados fuertemente armados, apoyados por blindados, intentan retomar el control de esta ciudad. La capital de la provincia de Al Anbar está en manos de una facción de Al Qaeda. También la localidad de Faluya. Esta región, de mayoría suní y colindante con Siria, sucumbe al control de los yihadistas.
Se hacen llamar 'combatientes del Estado islámico de Irak y Levante'. Una facción de Al Qaeda que intenta instaurar un estado independiente que se extendería también a la vecina Siria. Por eso, familias enteras escapan de Ramadi y Faluya. En tres días de combates han muerto más de doscientas personas.
La retirada de las tropas estadounidenses, hace dos años, dejó al ejército de Irak en una posición débil frente a los yihadistas, que se han ganado el apoyo de algunas tribus. Sus miembros, suníes como los terroristas, se han unido a sus filas para luchar contra la mayoría chií que controla Bagdad. La fractura entre las dos facciones del islam se vuelve cada vez más pronunciada. Países tan opuestos como Estados Unidos e Irán han ofrecido su apoyo a Irak.