LA PARTICIPACIÓN, FACTOR CLAVE
Los egipcios acuden a las urnas este fin de semana para votar en un referéndum sobre las enmiendas constitucionales aprobadas por el Parlamento egipcio; enmiendas que permitirían al actual presidente, Abdelfatá Al Sisi, permanecer en el cargo hasta 2030 o que reforzarían el papel del Ejército en el estado como el "protector y garante de la Constitución, la democracia y el Estado civil".
Los partidarios de Al Sisi consideran que estos cambios son necesarios para que el actual Gobierno tenga tiempo para realizar todos los proyectos y reformas económicas que tiene en desarrollo. Sin embargo, los más críticos temen que estas transformaciones den una influencia al Ejército en la vida política en Egipt convirtiendo el país en un estado autoritario.
El Parlamento egipcio -formado por 596 miembros- aprobó estas enmiendas el pasado martes, con un total de 531 votos a favor y 22 en contra.
Los observadores consideran que el porcentaje de la participación en estas elecciones será un reflejo de la popularidad de Al Sisi, que se ha visto perjudicada por las medidas de austeridad económica que ha impulsado de 2016. Los opositores a estas reformas se han quejado de que este tipo de cambios están realizándose de forma apresurada sin el adecuado escrutinio público.
"No nos han dado tiempo ni siquiera para hacer una campaña para pedirle a la población que vote no", ha dicho Khaled Dawoud, miembro del Movimiento Democrático Civil de la oposición y que rechaza los cambios.
Si se aprueban estas enmiendas, se ampliarían los mandatos de cuatro a seis años durante dos periodos consecutivos, al tiempo que se permitiría al actual presidente presentarse a un tercer mandato a la finalización de los anteriores, lo que ocurriría en 2024. Por otra parte, determina que la función del Ejército es ser el "protector y garante de la Constitución, la democracia y el Estado civil", al tiempo que amplía la autoridad de los tribunales militares para juzgar a civiles que ataque "instalaciones protegidas por las Fuerzas Armadas".
Asimismo, el Parlamento ha aprobado otras enmiendas que instaurarán una cuota del 25% de los escaños para candidatas, además de volver a instaurar el puesto de vicepresidente, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
Los cambios aprobados durante la jornada del pasado martes dan 'luz verde' a la creación de un Consejo Supremo de Autoridad Judicial, que estará encabezado por el presidente y que tendrá autoridad para nombrar al fiscal jefe y al presidente del Constitucional.
Además, se creará una segunda cámara del Parlamento -el Senado- con 180 miembros, un tercio de los cuales serán nombrados por el presidente. El 25% de los escaños serán ocupados por mujeres.
Antes de que el Parlamento diese a conocer la versión final de las enmiendas, se podían leer pancartas en las calles del país que instaban a los egipcios a participar en el referéndum. "¿Votar? ¿Votar para qué?" se pregunta el conductor de un carruaje en El Cairo."No habrá diferencia", ha aseverado.
Al Sisi accedió a la Presidencia en 2014 con un 97% de los votos -e igualmente casi sin oposición en las elecciones- tras encabezar un año antes un golpe de Estado militar siendo jefe de las Fuerzas Armadas contra el entonces presidente electo, Mohamed Mursi.
Desde entonces, las autoridades egipcias han sido acusadas de llevar a cabo campañas de detenciones contra todos aquellos percibidos como opositores, entre ellos activistas y defensores de los Derechos Humanos que participaron en la revolución de 2011 contra el régimen de Hosni Mubarak.
Lina Jhatib, jefa del programa de Oriente Próximo y norte de Africa de Chatham House ha dicho en declaraciones a Reuters que estas enmiendas "tienen graves implicaciones para las perspectivas de democracia en Egipto y dificultan que las voces políticas alternativas pueden mostrar su oposición al poder a largo plazo".