EL VIENTO Y LA EROSIÓN CAUSARON GRAVES DAÑOS
Es el nuevo rostro de la Gran Esfinge que custodia la Pirámide de Micerinos, una de las siete Maravillas de la Antigüedad. Estas grietas hicieron saltar las alarmas en octubre de 2010. El viento y la erosión habían causado importantes daños en la cara norte de la estatua.
Durante tres tres años se han sustituido bloques completos de la cara y se han instalado refuerzos en las zonas más dañadas del pecho y el cuello. También se ha practicado un tratamiento de salinidad en las paredes de la pirámide de Micerinos, y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación.
Egipto espera que el lavado de cara sirva para atraer a los turistas, que tras las revueltas de la primavera árabe optaban por otros destinos. Además, la reapertura llega con un atractivo añadido: se ha inaugurado un nuevo mirador a los pies de la esfinge que por primera vez permitirá a los visitantes contemplar de cerca la estatua, con cuerpo de león y cabeza de farón, de más de 20 metros de altura.