LEVANTA UN VETO DE HACE DÉCADAS
En Egipto, la barba es el signo que caracteriza a los varones musulmanes más comprometidos con su religión. Lucirla es un acto de fe y de respeto hacía el profeta Mahoma. Los más devotos son quienes la tienen y prescindir de ella sería casi como una blasfemia.
Son decenas los oficiales de Policía egipcios que han sido suspendidos en sus trabajos por tener barba. El Ministerio del Interior tomó la determinación de suspenderles. En aquel momento, todavía estaba al frente del estado Hosni Mubarak.
Existía una ley que prohibía tener barba a los miembros de los cuerpos de seguridad egipcios. Ahora, sin Mubarak y con Mursi, que no se opone a que policías y oficiales lleven barba, han conseguido que el Tribunal Superior de El Cairo revoque esta decisión.
Los policías suspendidos se muestran contentos. "Gracias a Dios, la decisión es definitiva y ha sido a nuestro favor. Ahora si Dios quiere, volveremos a trabajar", asegura uno de ellos.
Tras muchas protestas ante el Ministerio del Interior durante un año, y varios procesos judiciales, estos oficiales han ganado la batalla. No han perdido ni su trabajo, ni su barba.