ASESINÓ A TRES PERSONAS CON UNA BOMBA
Estados Unidos pedirá la pena de muerte para el joven Dzhokhar Tsarnaev, acusado de perpetrar los atentados del maratón de Boston, en los que tres personas murieron y más de 250 resultaron heridas, después de que así lo autorizara el fiscal general, Eric Holder.
El permiso de Holder abre la puerta a la Fiscalía para que pida la pena capital para el joven de 20 años, acusado de la autoría del atentado más sangriento en territorio estadounidense desde los cometidos contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
"La naturaleza de la conducta en este asunto y el daño causado obligan a tomar esta decisión", dijo Holder en un comunicado emitido por el Departamento de Justicia. Tras la decisión de Holder, que estaba previsto que se emitiera este viernes, los fiscales presentaron la petición de pena de muerte para Tsarnaev, según confirmó la fiscal federal del estado de Massachusetts, Carmen Ortiz.
El documento en el que se solicita la pena máxima, argumenta que hubo intencionalidad y alevosía en los asesinatos ocasionados por los atentados, y que Tsarnaev traicionó a Estados Unidos al perpetrar ataques masivos que pusieron en riesgo la seguridad ciudadana.
Dado que Massachusetts, donde ocurrieron los atentados, no impone la pena capital, el Gobierno federal debía buscar este castigo por su cuenta y deberá ejecutarlo en caso de que la sentencia así lo determine, algo que ha ocurrido en muy raras ocasiones.
"De una forma u otra, basada en la evidencia, Tsarnaev morirá en prisión", dijo el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, en un comunicado. "En cada etapa de este caso -el anuncio de hoy, el juicio y cualquier otro paso significativo en el proceso de justicia- las personas heridas por las bombas de la maratón y el resto de nosotros revivirán esa tragedia.
Lo mejor que podemos hacer es recordar a los demás que somos una comunidad más fuerte que nunca, y que nada puede romper ese espíritu", agregó tras conocerse la decisión del fiscal.
Tsarnaev, nacido en la región rusa de Daguestán pero con ciudadanía estadounidense, está acusado de ser el coautor del atentado cometido el 15 de abril del pasado año junto con su hermano Tamerlán, que murió en un enfrentamiento con la Policía durante una accidentada huida por Boston en la que también mataron a un agente.
Desde que la Corte Suprema estadounidense obligara a un cambio de leyes en las sentencias de pena de muerte en 1970, solo se han llevado a cabo tres ejecuciones pedidas por el gobierno federal.
Timothy McVeigh fue ejecutado en 2001 por su implicación en los atentados de Oklahoma City en 1995, y se le suministró la inyección letal en la Prisión Federal de Terre Haute (Indiana), convirtiéndose en el primer preso ejecutado por el gobierno federal de Estados Unidos desde Victor Feguer, ejecutado en Iowa en 1963.
Los otros dos fueron el hispano Juan Raúl Garza, también en 2001, y Louis Jones, en 2003, ambos condenados por asesinato. El sistema de ejecución federal ha quedado en suspenso por una batalla judicial sobre la combinación de medicamentos que se usan para administrar una inyección letal y que está causando polémica en las ejecuciones estatales, dado que los compuestos químicos que se utilizan aun no han sido homologados.
Estados Unidos ejecutó en 2013 a 39 reos, frente a los 43 del año anterior, según el Centro de Información de Pena de Muerte. Tsarnaev, que resultó gravemente herido cuando era perseguido por la policía tras los atentados, se enfrenta a 30 cargos en su contra y su próxima audiencia está fechada para el 12 de febrero, aunque aun se desconoce cuándo comenzará el juicio.
El joven se declaró inocente de las acusaciones que se le imputan el pasado julio y algunos expertos legales apuntan que la decisión de la fiscalía de pedir la pena de muerte puede formar parte de una estrategia que le obligue a asumir su culpabilidad como único medio de evitar el patíbulo.