HAN TRATADO LA LUCHA CONTRA DAESH
El diario estadounidense se basa en la información aportada por más de una veintena de personas, entre ellos funcionarios activos y retirados de la Administración de Barack Obama, así como funcionarios y diplomáticos árabes.
De acuerdo con estas fuentes, los movimientos de la Casa Blanca en Siria comenzaron en 2011, con el estallido de las protestas sociales contra el Gobierno de Al Asad en el marco de la Primavera Arabe que recorría la región.
"En este momento la política de la Casa Blanca era propiciar la transición en Siria encontrando grietas en el régimen de Al Asad y ofreciendo incentivos para que lo abandonaran", cuenta un exfuncionario estadounidense.
Pero esta estrategia no funcionó porque es un régimen muy cohesionado. "Siempre están comprobando sus debilidades y poniendo nuevas capas. Son muy inteligentes", ha dicho Robert Ford, ex embajador de Estados Unidos en Damasco.
"Siempre están comprobando sus debilidades y poniendo nuevas capas"
Ya con la guerra civil en marcha, la Casa Blanca se comunicó con el Gobierno sirio a través de Rusia e Irán, sus principales aliados en la región, para persuadirle de que dejara de usar armas químicas contra la población civil.
En esta ocasión hubo contactos directos entre el subsecretario de Estado William Burns y el ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallem, que llegaron a intercambiar dos llamadas telefónicas, aunque "realmente no tuvieron ningún efecto".
En los años siguientes las peticiones norteamericanas se centraron en rebajar la intensidad del conflicto y en procurar la liberación de cinco ciudadanos estadounidenses desaparecidos en Siria. La asesora del Departamento de Estado Anne Patterson habló al menos dos veces con el viceministro de Exteriores sirio, Faisal Mekdad.
Desde 2014 los esfuerzos se han centrado en llevar al Ejecutivo a la mesa de negociaciones. Para ello Ford, ya como enviado especial, contactó varias veces con Jaled Ahmad, hombre de confianza de Al Asad, desencadenando el proceso de Ginebra.
Puntualmente, Estados Unidos ha hablado con Siria para informarle de dónde estaban desplegadas las fuerzas rebeldes entrenadas por las tropas norteamericanas para luchar contra el Daesh y lo ha hecho a través de los canales del Consejo de Seguridad.
Washington ha insistido en todo momento en que estos contactos no suponen reconocimiento de ningún tipo, pero el régimen de Al Assad lo ha usado en su beneficio. "Han sido relegitimados de alguna forma", ha lamentado Ibrahim Hamidi, periodista sirio del diario árabe 'Al Hayat'.