PIDEN QUE INDEMNICE A SONY
La Casa Blanca insiste en señalar a Corea del Norte como responsable del reciente ciberataque contra la compañía Sony Pictures a pesar de la negativa de Pyongyang. "Como ha dejado claro el FBI, estamos seguros de que el Gobierno norcoreano es el responsable de este destructivo ataque. Nos reafirmamos en esta conclusión", ha afirmado un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mark Stroh.
"El Gobierno de Corea del Norte tiene un largo historial de negar su responsabilidad en actos destructivos y provocativos", ha añadido Stroh en lo que supone la primera reacción oficial estadounidense a un comunicado norcoreano en el que proponen crear una comisión conjunta para investigar el ciberataque.
Pyonyang asegura que puede demostrar su inocencia. Para Stroh, "si el Gobierno norcoreano quiere ayuda, pueden empezar por reconocer su culpabilidad e indemnizar a Sony por los daños causados por este ataque".
A pesar del gesto conciliador de Corea del Norte, el régimen comunista ha vuelto a endurecer el tono para advertir a Estados Unidos de que sufrirá "graves consecuencias", si rechaza esta inédita oferta de cooperación, aunque no ha especificado cuáles.
Sony anunció el miércoles que cancelaba el estreno de la película 'The Interview', previsto para el 25 de diciembre, después de sufrir un ciberataque que, de acuerdo con el FBI, sería obra de Corea del Norte a juzgar por el 'modus operandi' de los hackers.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha criticado la decisión de Sony, considerando que era un "error" que cancelara el estreno de esta película porque de esta forma permitía a "un dictador" imponer la "censura" en el país norteamericano.
Poco después, el consejero ejecutivo de Sony, Michael Lynton, contestaba a Obama. "No hemos reculado, no nos hemos dado por vencidos", ha dicho en una entrevista concedida al periodista de la cadena estadounidense CNN Fareed Zakaria.
La polémica que ha rodeado a 'The Interview', protagonizada por los actores James Franco y Seth Rogen, se debe a que gira en torno a dos periodistas reclutados por la CIA para asesinar al líder norcoreano, Kim Jong Un.