PERMITE LAS REMESAS NO FAMILIARES
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ordenado a su Gobierno que se permita a cualquier estadounidense enviar remesas de entre 500 y 2.500 dólares (entre 374 y 1.867 euros) a personas que no sean familiares en Cuba para "apoyar la actividad económica privada". Con esta limitación el dinero no puede llegar a oficiales o miembros ejecutivos del Partido Comunista Cubano (PCC).
Asimismo, Obama ha solicitado que se rebajen las restricciones en la emisión de visados a Cuba. La orden de Obama tiene como fin el desarrollo de la relación entre las sociedades estadounidense y cubana, mediante intercambios de índole académica, cultural y religiosa.
Los cambios son parte de la labor de "acercamiento" del Gobierno de EEUU con el pueblo de Cuba, tras la llegada al poder de Barack Obama en enero de 2009. El 13 de abril de ese año, en vísperas de su primer viaje a América Latina, Obama anunció la primera flexibilización de viajes de cubanoamericanos y del envío de remesas y paquetes humanitarios a sus familiares en la isla.
Ahora ha dado un paso más permitiendo que más estadounidenses -académicos y religiosos, ya no sólo de origen cubano- puedan viajar a la isla, desde más ciudades de EEUU y puedan también mandar dinero a quien quieran en Cuba, siempre que no sean del Partido Comunista.
En octubre de 2010, Obama condicionó un mayor acercamiento a que el régimen castrista, que puso en libertad a más de 50 presos políticos, demostrase seriedad y aplicase medidas para aumentar la "libertad" en la isla.
El martes pasado, como lo hicieron anualmente sus antecesores, Obama prorrogó por otros seis meses la suspensión del Capítulo III de la Ley Helms-Burton de 1996, que endureció el embargo contra Cuba de 1962. El avance de hoy coincidió además con la visita a Cuba de una delegación de Washington para una nueva ronda del diálogo migratorio.
El grupo se reunió con disidentes y con el contratista estadounidense Alan Gross, detenido en la isla desde hace más de un año por presunto espionaje. Fuentes de la Casa Blanca aseguran que los cambios, que entrarán en vigor en dos semanas, no guardan relación con esa visita, pero los expertos consideran que, en todo caso, marcan un hito en las relaciones bilaterales.