Coronavirus
EEUU ha autorizado a médicos de todo el país a usar el plasma de la sangre de pacientes que se han curado de coronavirus para tratar a aquellos que se encuentran en estado crítico, en lo que supone para algunos expertos la mejor solución a la espera de una cura.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU anunció que este método podrá usarse solo en pacientes que están en estado crítico y cuya vida corre peligro y, además, los doctores que lo administren tendrán que pedir autorización previa. Normalmente para que la FDA autorice un nuevo tratamiento pasan meses y solo lo hace cuando se ha probado la seguridad y eficacia del método y en esta ocasión ha admitido que "aunque es prometedor, el plasma no ha demostrado ser efectivo en las enfermedades estudiadas".
Este procedimiento se usó en 1918 contra "la gripe española" cuando el uso de vacunas no estaba extendido, y también se aplicó contra el virus del ébola y el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), otro tipo de coronavirus que dejó 774 muertos en China entre noviembre de 2002 y julio de 2003.
Cuando una persona se enferma el cuerpo genera anticuerpos que luchan contra la infección. Por lo tanto cuando ese sujeto se recupera, los anticuerpos se quedan flotando en su sangre, especialmente en el plasma, que es la parte líquida de la sangre. Así que este procedimiento consiste en recolectar esos anticuerpos que quedan flotando en el plasma para inyectárselos a una persona enferma y ayudarle a luchar contra el virus.