HABÍA UN GABINETE DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA EN LA SALA
La banda de rock Eagles of Death Metal, que actuó en la sala Bataclan la noche del ataque yihadista de mediados de noviembre, dio su primer concierto en París tres meses después de esos atentados que costaron la vida a 130 personas en la capital francesa y en Saint Denis e hirieron a más de 350.
Su actuación le supuso una oportunidad para reencontrarse con los supervivientes de la masacre, que provocó 89 muertes en ese mítico escenario parisino. Tal y como recogieron los medios franceses, el líder del grupo, Jesse Hughes, que no dijo nada al subir a escena, interrumpió después la primera canción, "I only want you", para invitar al público a tomarse "un momento para recordar".
Horas antes, en una entrevista a la televisión gala 'iTéle', aseguró que para ellos era "una responsabilidad sagrada" terminar el concierto atacado en Bataclan, "divertirnos, para dejar el horror detrás y que no nos persiga el resto de nuestra vida".
Aunque la actuación comenzó poco después de las 20.00 GMT, algunos aficionados esperaron desde horas antes para entrar a la sala Olympia, con capacidad para cerca de 2.000 personas. Entre los asistentes estuvieron, entre otros fans de la banda californiana, los supervivientes de la tragedia que decidieron asistir, que recibieron una entrada gratuita.
Como Cédric Rizzo, responsable comercial de 42 años, que asistió al concierto el 13 de noviembre junto a una treintena de amigos "unidos por la música". Aunque uno de ellos perdió la vida aquel día, asegura que asiste "para pasar un buen momento".
"Nos traerá recuerdos, pero si el grupo es fiel a sí mismo, rápidamente entraremos todos en la atmósfera festiva de sus conciertos y seremos capaces de apartar todo eso, al menos por una noche", subrayó a los medios mientras aguardaba para acceder al recinto. En la sala hubo un gabinete de atención psicológica para atender a aquellos que lo necesitaran.
Con la Bataclan -a la que los músicos prometieron volver- todavía cerrada, este ha sido el primer concierto en París de los músicos, tras una breve aparición como artistas invitados de U2 a principios de diciembre. No retomaron el espectáculo donde los yihadistas lo interrumpieron, durante la canción 'Kiss the Devil', porque han recibido peticiones de los afectados para no tocarla.
Alrededor de la sala, las autoridades establecieron un perímetro de seguridad que prohibió el estacionamiento y el acceso a los peatones, excepto a aquellos en posesión de una entrada. El grupo suspendió su gira europea 'Zipper Down' tras los atentados y la reanudó el pasado sábado en Estocolmo, rebautizada en francés como 'Nos Amis Tour' (Gira de nuestros amigos).
El líder del conjunto, ferviente defensor de la posesión de armas, pidió además que se disocie ese debate político de los atentados de noviembre. "¿Acaso los controles evitaron esos ataques? No. Lo que permitió pararlos fueron todas aquellas personas valientes que se lanzaron contra los terroristas. (...) Hasta que ni una sola persona tenga un arma, todos debemos tener una", concluyó este, según el cual esa noche hubo gente que quizá hubiera sobrevivido con una.