SE HAN CONVERTIDO EN UN ARMA EFICAZ
Los drones de combate están resultando ser un arma más que efectiva para combatir el terrorismo islamista. El gobierno de Yemén ha confirmado la muerte de Said Al Shehri, número dos de Al Qaeda en la Península Arábiga, que falleció poco después de que un ataque con aviones no tripulados le dejara en coma.
Estos pequeños aviones no tripulados han conseguido acabar con casi 2.000 insurgentes desde el año 2006 y resultan más baratos que las aeronaves de combate. Además son más complicados de detectar por los radares y no ponen en riesgo la vida de los militares, aunque sí la de civiles. Es por ello que la ONU va a investigar cuántos inocentes han muerto por su uso en operaciones de EEUU, Gran Bretaña o Israel.
El Pentágono dispone de unos 7.000. Gracias a ellos observó durante meses el escondite de Bin Laden en Pakistán. Dentro de unos años, 20.000 drones vigilarán el territorio estadounidense.
Por otra parte, España destina estos drones a labores de vigilancia. Algo similar a lo que hace Alemania, pero el gobierno de Merkel tiene previsto adquirir varias unidades para su uso en combate.