Moldavia
La conversación se fue de tono y acabó en una pelea a golpe de puño. Los protagonistas del momento son el exasesor de la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, y un ex viceministro del Interior.
Ya Aristóteles definía el debate como un arte para llegar a tener la razón y para conseguirlo hay que dominar una serie de habilidades que ayuden a argumentar y construir el discurso. Lo que es seguro es que una de ellas no pasa por la pelea física, que es lo que parece que olvidaron estos dos políticos de Moldavia en pleno directo de un programa de televisión. Se enzarzaron a puños después de haberse insultado por estar en desacuerdo sobre el tema del que hablaban.
El incidente ocurrió el miércoles y es uno de esos momentos que quedará grabado en la mente de muchos y se compartirá una y otra vez en la red. Es cierto que los debates políticos a veces se intensifican en pleno directo y dan lugar a algún que otro cruce de palabras incómodas e incluso malsonantes. Pero lo que ocurrió este miércoles entre Sergiu Tofilat, el exasesor de la presidenta liberal de Moldavia, Maia Sandu, y Ghenadie Cosovan, el ex viceministro socialista del Interior, ha ido mucho más allá de lo imaginable.
No se denunciarán porque ya los "castigará Dios"
Ninguno de los allí presentes supo muy bien cómo reaccionar cuando el socialista, Cosovan, insultó y acabó lanzando un vaso de agua al liberal Tofilat. Mientras sus acompañantes se quedaban perpetuos por la situación, el que había recibido el primer ataque no se lo pensó dos veces y lanzó un puñetazo directo a la cara del otro.
El momento no quedó ahí, ambos empezaron a enzarzarse, se levantaron de la silla, se empujaron, siguieron dándose de puñetazos y finalmente, Cosovan no pudo más y acabó desmayado en el suelo durante unos minutos. Mientras tanto, el resto allí presente seguía sin hacer nada. Nadie los separó ni los ayudó en el escandaloso momento. La televisión tuvo que interrumpir el programa.
Lo que ocurrió detrás de las cámaras es un misterio. Lo único que se sabe es que, finalmente, acabaron por perdonarse y difundieron una imagen en la que se estaban estrechando la mano. El que más golpes recibió, Cosovan ha asegurado que no demandará a Tofilat porque "será castigado por Dios de todos modos", según informaciones del diario 'Komsomolskaya Pravda v Moldov'. Considera que ya "hay suficientes problemas en Moldavia como para cargar a la Policía con mis problemas".