EN UN ESTABLECIMIENTO
Las mujeres estaban comprando en un pequeño establecimiento, en un momento dado un guarda les pidió sus licencias de conducción y las hizo subir al coche patrulla al escucharlas hablar en castellano. Finalmente, las dejó irse y les devolvió las licencias.
Dos mujeres estadounidenses han demandado a un guarda fronterizo después de que durante la primavera pasada les pidiera su documentación en una pequeña ciudad del estado de Montana en Estados Unidos. Las mujeres, Ana Suda y Martha 'Mimi' Hernández, viven en la pequeña ciudad de Havre, el año pasado estaban comprando en una pequeña tienda cuando un guarda les pidió sus identificaciones al oírlas hablar en español.
Las mujeres explican que el agente de la patrulla fronteriza las interrogó durante 40 minutos en mayo de 2018 después de detenerse en una tienda cuando volvían a sus casas desde el gimnasio. Suda, y Hernández estaban en línea cuando el agente de la Patrulla Fronteriza, Paul O'Neal, comenzó a comentar el acento de Hernández y les preguntó dónde habían nacido. Posteriormente solicitó sus licencias de conducir y las obligó a subir al coche patrulla.
Las mujeres finalmente fueron puestas en libertad y se les devolvieron sus licencias. Ahora han denunciado a la agencia federal y al agente.
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