Incendio
Más de 14.000 personas han sido desalojadas en los dos grandes incendios declarados la semana pasada cerca de la ciudad francesa de Burdeos, al suroeste del país, cuyas llamas tienen cada vez más intensidad.
Francia, envuelta en llamas
Los focos declarados en Landiras y La Teste han arrasado 19.000 hectáreas desde el pasado martes. Además, las altas temperaturas y los fuertes vientos predominantes en el sur de Europa, añadido a la ola de calor que está dejando por su paso cientos de vidas en España y Portugal, están complicando mucho las labores de extinción.
El Gobierno ha enviado refuerzos a la zona para evitar que el fuego se siga propagando. Un total de 1.200 bomberos están combatiendo las llamas, que siguen descontroladas.
Por un lado está Girondal, donde, según han confirmado varias fuentes de la Prefectura (delegación del Gobierno) al diario regional 'Sud Ouest', "la situación sigue siendo muy desfavorable". Además la Prefectura ha indicado en su cuenta de Twitter que la noche ha sido "muy difícil", y que una residencia de ancianos ha sido evacuada estas últimas horas en Pilat, junto a La Teste de Buch, donde ya son 6.500 las hectáreas calcinadas. En La Teste, los bomberos continúan protegiendo campamentos veraniegos en el flanco derecho y las casas en el flanco izquierdo.
Por otro lado está Landiras, donde la Federación girondina para la Defensa de los Bosques contra los Incendios (DFCI) y las empresas de trabajos forestales continúan creando cortafuegos que limiten la propagación de las llamas.
Las temperaturas más extremas las está sufriendo todo el oeste, desde Bretaña en el Norte hasta las Landas en el Sur.
40º en varias zonas del país
Las temperaturas han alcanzado ya 40º en varias zonas del país, según el servicio meteorológico francés (Météo-France), que ha posicionado a 37 departamentos en estado naranja. El lunes promete ser "más cálido para el oeste del país", según Météo-France, que pronostica que aún se alcanzarán los 40º en Bretaña, Baja Normandía, Aquitania y el oeste de Occitania.
Y es que los parisinos están poco acostumbrados a que los termómetros pasen de los 40º. Todavía permanece en el recuerdo de muchos la última ola de calor de hace tres años, que dejó 1.430 muertos. En total, 15 departamentos franceses están en alerta roja por calor. En París, por ejemplo, las temperaturas han sido las más altas entre el lunes y el martes.