FUE UNA VECINA QUIEN ALERTÓ A LA POLICÍA
Dos hombres franceses de 38 y 69 años han sido hallados muertos en la terraza de su casa. Ambos, Olivier Boudin y Lucien Perot, prepararon una cena en su casa con queso camembert, un asado y alubias enlatadas, todo ello acompañado de un buen vino.
Al día siguiente, una vecina del pueblo de Authon-du-Perche les vio en la terraza y pensó que estaban durmiendo. Sin embargo, tras pasar varias horas y verles en la misma posición, decidió llamar a la Policía.
Tal y como recoge Le Parisien, la investigación policial ha explicado que en la garganta de Lucien Perot encontraron un trozo de carne, lo que le causó la asfixia, y su amigo Oliver sufrió un infarto a continuación.