LO HA CONFIRMADO EL GOBIERNO ESPAÑOL
Los dos turistas españoles desaparecidos en el ataque en el centro de Túnez han aparecido vivos y estaban aún ocultos en las inmediaciones del museo del Bardo. Primero lo aseguró una responsable de la compañía naviera en la que viajaron, Amira Chamkia, y después lo confirmó el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo. La responsable de la compañía MSC señaló que "un empleado de la naviera" estaba de camino "a la zona para encontrarse con los españoles y acompañarles hasta un hotel" de la capital tunecina.
García Margallo ha explicado en el programa Espejo Público que se había comprobado que los dos desaparecidos "no se encontraban en la morgue", por lo que tenían la casi completa seguridad de que no se encontraban entre los fallecidos. Ha comentado que no pudieron ponerse antes en contacto con ellos porque sus móviles estaban fuera de cobertura y ha explicado que ahora se trabaja en la repatriación de las dos víctimas mortales españolas.
"Estamos ante una amenaza global, probablemente la más grave que hemos tenido nunca", ha afirmado el ministro. Preguntado sobre las precauciones que deben tener los turistas españoles a la hora de elegir destino, ha dicho que "nos puede tocar a cualquier país en cualquier momento".
En el ataque cometido por un comando yihadista en el corazón de la capital tunecina, murieron un total de 18 turistas de distintas nacionalidades, entre ellos dos españoles. La matanza se produjo cuando un joven de unos veinte años y aspecto occidental ametralló un autobús en el que viajaban cerca de 40 turistas hispanohablantes, viajeros de un crucero en el Mediterráneo que había hecho escala en Túnez.
En el primer ataque murieron siete personas, según explicó su guía, Wasel Busid. Minutos después, al menos otros tres hombres atraparon a un numeroso grupo de rehenes en el interior del museo el Bardo, el más importante de Túnez, y se atrincheró en una zona ajardinada entre el citado museo y el edificio del Parlamento. En la operación de rescate posterior murieron otras quince personas, entre ellas los asaltantes, algunos policías y una de las trabajadoras de la limpieza del museo.