EN GEORGIA
Dos personas han sido detenidas en Georgia por intentar vender unos 40 gramos del radiactivo uranio-238, que puede ser manipulado para desarrollar una bomba nuclear, según ha anunciado un funcionario gubernamental. Ambos se enfrentan a 10 años de prisión por traficar con un material que puede alcanzar los 2,5 millones de euros en el mercado negro.
La seguridad del material nuclear soviético ha sido un motivo de preocupación desde la caída del bloque comunista en 1991. Georgia, exrepública soviética, ha frustrado desde entonces varios intentos de vender uranio y otros materiales radiactivos.
El uranio-238 es el isótopo más común del uranio que se encuentra en la naturaleza, con una abundancia relativa del 99 por ciento. En esta configuración no puede ser utilizado para provocar la reacción necesaria para las armas nucleares, algo que sí se puede hacer con el uranio-235. Los arrestos se han llevado a cabo en la ciudad de Kobuleti, a orillas del mar Negro, según han explicado desde el servicio del país, que no han especificado si los dos individuos tenían un comprador para el uranio-238 o de dónde lo habían sacado.
"La prueba forense realizada al objeto incautado como resultado de la investigación ha concluido que pesa 40,19 gramos y que contiene el isótopo radiactivo uranio-238. Esta sustancia supone una amenaza para la vida y la salud", ha explicado un investigador del servicio de seguridad, Savle Motiashvili, en una rueda de prensa. Los acusados se enfrentan a penas de cárcel de entre 5 y 10 años.
El uranio-238 puede ser utilizado en algunos reactores nucleares para producir plutonio-239, que sí se puede emplear para fabricar armas nucleares, aunque este proceso requiere una técnica muy avanzada. En una concentración suficiente, el uranio-238 puede ser venenoso si es ingerido pero los riesgos de radiación por exposición externa son limitados.