LO DENUNCIA SAVE THE CHILDREN

Dos de cada tres niños sirios han visto morir violentamente a un familiar o a un conocido

La mitad de los seis millones de niños sirios nunca o rara vez se sienten seguros en el colegio, por lo que muchos han dejado de ir a clase y un 40% de los menores encuestados no se sienten seguros jugando al aire libre. Otro 78% sienten pena y extrema tristeza de forma casi permanente y casi todos los adultos entrevistados dijeron que los menores se han vuelto más nerviosos o temerosos a medida que la guerra continúa.

La organización Save the Children ha presentado en Sevilla su informe sobre las graves secuelas psicológicas que sufren los niños sirios debido a la guerra, en el que se refleja que dos de cada tres han visto morir violentamente a un familiar o a un conocido.

El director de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria de esta ONG, David del Campo, y el psiquiatra sirio Nabil Sayed Ahmad, han desgranado los datos de un estudio realizado tras entrevistar a más de 450 niños y adultos en siete de las catorce regiones de Siria entre diciembre del 2016 y febrero del 2017.

Este trabajo revela datos estremecedores, como que dos de cada tres niños sirios han visto morir violentamente a un familiar o a un conocido, o que el 84% de los adultos encuestados y casi todos los menores afirman que los continuos bombardeos y el fuego de artillería es "la banda sonora diaria" que soportan, según Del Campo.

La mitad de los seis millones de niños sirios nunca o rara vez se sienten seguros en el colegio, por lo que muchos han dejado de ir a clase y un 40% de los menores encuestados no se sienten seguros jugando al aire libre. Otro 78% sienten pena y extrema tristeza de forma casi permanente y casi todos los adultos entrevistados dijeron que los menores se han vuelto más nerviosos o temerosos a medida que la guerra continúa.

Estas circunstancias causan un estrés psicológico en la vida cotidiana de los niños que evidencian un comportamiento más temeroso y nervioso a medida que la guerra continúa, según el 89% de los adultos encuestados.

El doctor Nabil Sayed Ahmad ha destacado que el terror de la guerra genera casos de incontinencia urinaria entre los niños, incluso en mayores de 14 años, y ha advertido de que el estrés "tóxico" que sufren puede volverse irreversible.

El insomnio, la pérdida del habla, la convulsión ante cualquier ruido inesperado o la irritabilidad y el mal humor son otras secuelas que padecen estos menores que, en el caso de quienes llegan a Europa, se confunden con una falsa agresividad. "No podemos parar una guerra que se pensaba iba a durar un año como mucho, porque eso está en manos de las grandes potencias que están dibujando un nuevo mapa político de la zona, pero sí podemos hacer algo en España por los refugiados, sobre todo por los menores", ha señalado este psiquiatra.

Por ello, la organización también ha urgido al Gobierno español a que cumpla sus compromisos de acogida de estos refugiados. Residente desde hace casi medio siglo en España y con su familia que se reparte por varios continentes por esta guerra, Nabil Sayed Ahmad ha denunciado la política de acogida "insensible e inhumana" de la Unión Europea, "que levanta muros" en Turquía y en Libia para frenar a unos refugiados "que usa como moneda de cambio".

Ha advertido de que los inmigrantes sirios son "ricos o de clase media" porque los pobres "no pueden pagar a las mafias" surgidas, en su opinión, como consecuencia de la política migratoria de la UE.

Ha querido ser "optimista" respecto a que la cifra de diez mil niños sirios no acompañados desaparecidos de las fronteras europeas "sea inexacta y mucho menor", aunque ha denunciado que España, a diferencia de Alemania o Suecia, carece de un modelo de acogida a estos inmigrantes.

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