Accidentes
Una compañía aérea lanza dos aviones con horas de diferencia uno de otro y ambos fracasan a la hora de levantar vuelo.
Viajar en avión es una de las formas más seguras de transportarte de un lugar a otro pero, en ocasiones como la que se vivió hace unos días en un avión cuando uno de los pasajeros saltó a la pista antes del despegue, se viven momentos de tensión e incluso miedo. Es el caso de los dos vuelos en Tanzania que este pasado martes se vieron afectados por dos accidentes.
En el primer caso, el vuelo iba a aterrizar cuando, de repente, por un problema en el tren de aterrizaje, se desplomó causando la destrucción del motor y de partes imprescindibles para el vuelo del avión como una de las alas. En este suceso no hubo ningún herido, sin embargo, los pasajeros tenían que ser transportados a su destino, por lo que se mandó otro avión horas después para ese traslado. Cuando iba a despegar, este segundo avión tuvo problemas en el control y acabó estrelladose contra un edificio.
A pesar del susto que se llevaron los pasajeros, todo quedó como una anécdota, aunque los servicios de la tripulación fueron indispensables. Ahora se investigan las posibles causas del fallo de ambos aviones con el mismo modelo.
Viajar en avión puede ser toda una aventura que a veces llega a asustar mucho. Un ejemplo de ello es un vuelo que tuvo que verse forzosamente interrumpido y aterrizar después de que un caballo se escapara de su compartimento. El avión tuvo que volver a su lugar de origen ante el miedo y susto del resto de pasajeros.
El miedo a veces se ve sustituido por el asco y la incertidumbre, como el caso de un pasajero que defecó en el suelo del avión y obligó a cancelar un vuelo que se movía desde Tenerife a Londres.