Invasión de Ucrania
Volodímir Zelenski reiteró hace unos días en la Conferencia de Seguridad de Múnich la necesidad de que Occidente les envíe más armas y de largo alcance. Con ellas, está convencido de que puede imponerse al Kremlin cuando se cumplen este 24 de febrero dos años de guerra.
Desde el minuto uno en el que arranca la invasión por parte de Vladímir Putin sobre Ucrania, el material armamentístico se ha convertido en el epicentro del conflicto bélico por diversas razones. En primer lugar, por las exigencias de Zelenski para conseguir más material y y de más alcance. Por otro lado, ha sido motivo de discusión continua en numerosas reuniones de los Veintisiete. Uno de los episodios más convulsos ha sido el bloqueo por parte del primer ministro húngaro Viktor Orbán del envío de ayuda armamentística de la UE a Ucrania, que terminó levantando el veto. Este 24 de febrero se cumplen dos años de la guerra y el analista Chema Gil, codirector del Observatorio de Seguridad Internacional, valora en Antena 3 Noticias el desarrollo del conflicto bélico en Europa Oriental.
La utilización de las armas es una de las claves para entender el transcurso de la invasión de Ucrania. Antes de que comenzase la guerra, los analistas internacionales se preguntaban si el entorno bélico se limitaría a la cuestión de la utilización de inteligencias artificiales. Lo que ha sucedido, según explica Chema Gil, es que se han repetido escenarios bélicos del pasado en estos dos años de guerra. "Estamos comprobando que se mantiene la guerra de trincheras y la artillería abrasiva que ya se desarrollaron tanto en la Primera Guerra Mundial como en la Segunda", subraya.
Hace unos meses, el general Valeri Zalushni, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, aseguraba en un artículo que el conflicto está atravesando un momento "estático" por la guerra de trincheras. Gil señala que la tecnología ha operado de "manera más favorable para Ucrania que para Rusia". Cree que esta última dispone, no solo del apoyo de Europa y Estados Unidos -más tarde desarrollaremos qué puede suceder si Trump gana las elecciones de noviembre-, sino que también se ha nutrido de la "inteligencia tecnológica".
Pese al proceso de modernización que vive Kiev -capaz de crear su propio material armamentístico modernizado-, parece ser que a Zelenski no le es suficiente con las continuas ayudas recibidas por parte del bloque occidental. Hace escasos días, cuando representantes de 70 países se reunieron en la Conferencia de Múnich para tratar los dos escenarios bélicos del momento (en Europa Oriental y Oriente Próximo), el mandatario ucraniano urgió a la comunidad internacional la llegada de misiles de largo alcance. Con este material, Kiev pretende estar igualado a su enemigo en el frente de batalla.
"No tenemos armas de largo alcance, Rusia tiene estas armas (...) y por eso seguimos esperando el apoyo de nuestros socios", instó Volodímir Zelenski en la capital bávara. También hizo lo propio el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Pidió agilizar la entrega de armas a Ucrania porque "dentro de tres meses, todo estará decidido en el campo de batalla".
"Rusia está demostrando ser una potencia militar con pies de barro"
El analista Chema Gil dice sobre Rusia que ha demostrado ser una "potencia militar con pies de barro". Es decir, ha mostrado debilidades pero también ha convertido Ucrania en "una trituradora de carne".
Uno de los errores que ha cometido están ligados a la logística. Según cuenta el codirector del Observatorio de Seguridad Internacional, en la frontera que separa Rusia de Ucrania se han desplegado unos 200.000 soldados que no disponían de campos asistenciales. Otra debilidad pasa por los fallos de la inteligencia rusa. "Parece que falló estrepitosamente el decisor, que no es otro que Putin", señala.
Un claro ejemplo que certifica dicha cuestión lo podemos ver con el caso del piloto ruso hallado fallecido en España. Maxim Kuzminov desertó el pasado mes de agosto para entregarse al ejército ucraniano. Fue la propia inteligencia militar de Kiev la que contactó con él para pasarse al lado ucraniano a cambio de dinero y protección.
El desarrollo de la guerra de Ucrania es muy cuestionado últimamente por una posible victoria de Donald Trump en los comicios presidenciales que se celebrarán el próximo mes de noviembre en EEUU. El candidato republicano se encuentra inmerso en la precampaña electoral del país. Por ahora, se está disputando en primarias el liderazgo de su partido para convertirse después en el próximo rival de Joe Biden en las presidenciales. Durante un mitin celebrado hace doce días en Conway, (Carolina del Sur), Trump dijo que alentaría a Rusia a hacer "lo que quiera" con cualquier país de la OTAN que no cumpla con sus pautas del gasto en defensa.
Sobre estas palabras, el analista Chema Gil explica que se trata de una prueba más de su carácter "histriónico". "Una cosa es predicar y otra, repartir trigo", señala.
Una posible salida de EEUU de Alianza Atlántica no es factible en la actualidad. Se debe, entre otras razones, a que la legislación interna estadounidense exige que para que el presidente pueda tomar estas decisiones debe contar con el 2 tercios del apoyo del Senado norteamericano.
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