DENTRO DE SU PRIMERA GIRA INTERNACIONAL
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Bruselas procedente de Roma para su participación ese jueves en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. El Air Force One del mandatario estadounidense -un avión Boeing 747- aterrizó en el aeropuerto militar de Melsbroek, en las proximidades de la capital belga, a las 16.06 hora local (14.06 GMT), tras visitar la capital italiana, Arabia Saudí, Israel y Cisjordania en su primera gira internacional.
El mandatario estadounidense ha agradecido al primer ministro belga, Charles Michel, por su cálida acogida en Bruselas y ha prometido que ambos países trabajarán "juntos" en un encuentro que han mantenido en el Palacio Real. "Es un placer conocerle. Me gustaría darle la bienvenida a Bruselas", le ha trasladado el jefe del Ejecutivo belga al inicio de la reunión entre ambos tras la audiencia de cortesía que los reyes Felipe y Matilde de Bélgica han tenido con el mandatario y la primera dama, Melania.
Michel ha incidido en la importancia de las relaciones entre ambos países y ha agradecido "su presencia y la ocasión de discutir" en vísperas de la cumbre de la OTAN, en la que el primer ministro belga ejercerá de anfitrión. Trump ha confiado en tener "una gran discusión" y le ha agradecido "su generosidad" por su acogida en la capital belga, que el mandatario llegó a calificar de "agujero infernal".
"Trabajaremos juntos", le ha asegurado el mandatario estadounidense. "Somos conscientes de lo importante que es esto", ha remachado.
Trump y la primera dama, Melania, han aterrizado en Bruselas hacia las 16:00 horas a bordo del Air Force One en el aeropuerto militar de Melsboek, muy próximo al aeropuerto internacional de Bruselas. Las han cerrado el espacio aéreo minutos antes y después de su llegada y también cortado el tráfico en las inmediaciones de los lugares de reunión y paso del mandatario estadounidense.
Ambos han sido recibidos a pie de escalerilla por el primer ministro belga y su esposa, Amelie Derbaudrenghien --que ejercerá de acompañante de la primera dama Melania durante su estancia en la capital, de apenas 30 horas-- y se han dirigido posteriormente en coches oficiales escoltados al Palacio Real, en pleno centro de la capital, donde han sido recibidos por los Reyes de Bélgica hacia las 16:55 horas, audiencia que ha durado algo más de los 20 minutos previstos. El encuentro ha estado precedido por el tradicional posado para las fotos con sus majestades.
Varios miles de personas han secundado este miércoles la marcha de protesta convocada por estudiantes bajo el lema 'Trump not Welcome' que ha arrancado a las 17:00 horas en la estación del norte, lejos de las inmediaciones en todo caso del Palacio Real, próximo también a la residencia del embajador estadounidense donde se hospedarán Trump y su mujer. La marcha ha sido secundada por los partidos ecológico y socialista y ONG como Oxfam, Amnistía Internacional y Greenpeace y organizaciones feministas que apoyan el proyecto Pussy Hat, que han pedido a todos los participantes que vengan con un gorro rosa en forma de gato, que se convirtió en el símbolo de las protestas en medio mundo el pasado marzo con motivo del Día de la Mujer contra el sexismo de Trump.
Los organizadores esperan que hasta 10.000 personas secunden la marcha, aunque por ahora "varios miles de personas" han acudido a la protesta en la estación del norte, la única autorizada, han explicado una portavoz de la Policía belga. Alrededor de 100 personas secundarán la marcha de este jueves para protestar contra la OTAN cerca de la sede, aunque sin acceso a los líderes.
En la marcha, de crítica pacífica, se han podido leer pancartas con los lemas "Mr Hate Leave my State" (Mr Odio, fuera de mi país) o 'Fuera bases militares Yankis de Colombia' entre otros. Las autoridades belgas desplegarán unos 4.500 policías en los próximos dos días en la capital para velar por la seguridad y se mantendrá la presencia de militares por la amenaza terrorista. El propio Trump llegará acompañado por una delegación de más de mil personas, incluidos unos 400 agentes de seguridad, a Bruselas, adonde aterrirzará tras pasar por Arabia Saudí, Israel y el Vaticano en su primera gira exterior.