TRAS DIMITIR POR SUS CONTACTOS CON RUSIA

Michael Flynn se ofrece a ser interrogado sobre los vínculos de Trump con Rusia a cambio de inmunidad

El que fuera asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Michael Flyn asegura que "tiene realmente una historia que contar" sobre los vínculos del presidente de Estados Unidos con Rusia. Sin embargo, según su abogado, "nadie en su sano juicio se sometería a un interrogatorio en un ambiente de 'caza de brujas' sin garantías contra un procesamiento injusto", por lo que pide a cambio inmunidad ante cualquier procesamiento judicial.

El exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, que presentó su dimisión el pasado mes de febrero después de que saliera a la luz que había mentido a varios altos cargos sobre sus contactos con Rusia, se ha ofrecido a ser interrogado por los investigadores de Casa Blanca y Senado acerca de los vínculos del presidente, Donald Trump, y Rusia, si a cambio se le otorga la inmunidad ante cualquier procesamiento judicial.

El abogado de Flynn, Robert Kelner, ha publicado este jueves un comunicado en el que asegura que el general, que estuvo en el cargo menos de un mes, "tiene realmente una historia que contar". "Y de verdad que la quiere contar, si las circunstancias lo permiten", ha afirmado.

"Por respeto a las comisiones (de investigación), no comentaremos nada sobre los detalles de los contactos entre la defensa del general Flynn y las comisiones de Inteligencia de la Casa Blanca y el Senado, sólo confirmaremos que están teniendo lugar", ha señalado, en un comunicado publicado por el diario 'The Wall Street Journal'.

Sin embargo, Kelner ha subrayado que "es importante reconocer las circunstancias en las que estos contactos se están desarrollando". "Nadie en su sano juicio, con el asesoramiento legal de un abogado, se sometería a un interrogatorio en un ambiente de 'caza de brujas' tan altamente politizado sin garantías contra un procesamiento injusto", ha explicado la defensa del general.

Las comisiones están investigando si algún miembro de la campaña de Donald Trump se coordinó con agentes del Gobierno ruso para inmiscuirse en el proceso electoral en Estados Unidos, investigación que también lleva a cabo el FBI. La Administración de Trump, por su parte, ha negado tal coordinación.

Flynn se colocó en el punto de mira desde que se conoció que había mantenido una serie de contactos con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kisliak, el día previo a que Washington impusiera, a finales de diciembre, una nueva ronda de sanciones contra Rusia.

Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había indicado en un comunicado que Donald Trump estaba "evaluando la situación" y que se había reunido con el vicepresidente, Mik Pence, quien aseguró públicamente que durante ese contacto no se había tratado el tema de las sanciones.

No obstante, el mencionado diario publicó una información que apuntaba a que sí se había hablado acerca de las sanciones impuestas a Moscú, por lo que Pence decidió reunirse con Flynn.

Según 'The Washington Post', la ex fiscal general en funciones de Estados Unidos Sally Yates -destituida por el propio presidente después de pedir al Departamento de Justicia que no acatara su orden ejecutiva sobre migración- había informado a la Casa Blanca de que Flynn habría mentido sobre a altos cargos del Gobierno -entre ellos a Pence- acerca de la naturaleza de la conversación, y advirtió de que el asesor era "potencialmente vulnerable" a chantaje por parte de Rusia.

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