SE ESTUDIA LA POLÉMICA
El Gobierno de Estados Unidos estudia una propuesta que supone dejar que algunas especies se extingan para centrar los escasos recursos en salvar a otros animales y plantas en riesgo.
En una reunión a puerta cerrada el mes pasado, la ecologista de la Universidad Estatal de Arizona Leah Gerber presentó un plan para que los responsables del Servicio de Pesca y Vida Salvaje estadounidense usaran una fórmula matemática para destinar menos dinero público a especies en peligro y amenazadas que ella califica de "fracasos sobrefinanciados" y más hacia plantas y animales que pueden ser salvadas más fácilmente. El portavoz del servicio, Gavin Shire, afirmó que la agencia estudia la polémica propuesta.
"Hemos trabajado de cerca con este grupo de científicos mientras desarrollaban esta nueva herramienta para la conservación y aunque no hemos tomado aún decisiones, estamos impresionados con su potencial", señala Shire, que añade que explorarán sobre la posibilidad de que pueda usarse y cómo para mejorar la efectividad de los "esfuerzos de recuperación". La reunión de Gerber el 5 de mayo con responsables de la administración y su interés en la propuesta no habían sido publicados antes. La agencia no hizo más comentarios.
La propuesta se conoce en un momento en que la administración Trump busca recortar miles de millones del presupuesto de la Agencia de Protección Medioambiental y del Departamento del Interior, que supervisa el servicio de Pesca y Vida Salvaje estadounidense.
La ley estadounidense de especies en peligro prohíbe que el Gobierno decida qué animales y plantas se extingan. Pero financiar a unas especies más que a otras podría dejar que algunas mengüen o desaparezcan. "No creo que sea posible salvar a todas las especies incluso aunque yo quisiera", indica Gerber, que se autodescribe como demócrata y ecologista. "Es algo incómodo de decir y no me gusta, pero es la realidad", manifiesta.
Gerber dijo que hasta 200 especies mas podrían ser salvadas sacando fondos de ayuda a especies como el búho manchado del norte -cuyo número ha descendido pese a millones de dólares gastados en esfuerzos para su conservación- y dándolos a otras especies con más posibilidades de supervivencia.
El denominado triaje de especies ya se usa en Nueva Zelanda y el estado australiano de Nueva Gales del Sur, pero Gerber ha desarrollado un algoritmo específico para Estados Unidos que tiene en cuenta el gasto y las necesidades de las especies locales y las normas legales.
Para sus detractores, este triaje es una decisión inmoral e irrealizable que permite en la práctica que los burócratas jueguen a ser dios. "Si dejamos que se extingan las especies, no hay vuelta atrás", señala la abogada del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, Rebecca Riley. "Una mayor financiación permitiría salvar a más especies sin tener que sacrificar a aquellas cuya ayuda es más costosa", concluye.