CUATRO PERSONAS RESULTARON HERIDAS
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado que el intento de atentado en una estación de Manattan obra de un bangladeshí es una prueba de la "urgente necesidad" de aprobar una reforma de la política migratoria en el Congreso.
Trump ha destacado que el sospechoso entró en Estados Unidos con un visado de reunificación familiar, beneficiándose de una política conocida como "migración en cadena", que, para Trump, "es incompatible con nuestra seguridad nacional".
Las autoridades intentan averiguar los motivos que llevaron a Akayed Ulá, de 27 años, a detonar un artefacto explosivo en Port Authority, una de las principales estaciones de autobuses de Manhattan. Cuatro personas han resultado heridas, entre ellas el supuesto autor de los hechos, que ha sido detenido.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha afirmado en rueda de prens que, ahora, cualquiera puede entrar en Internet y descargarse "basura" para aprender, por ejemplo, cómo fabricar un artefacto explosivo casero. Cuomo ha admitido en declaraciones a CNN que Ulá pudo estar "influenciado" por grupos terroristas como Daesh, si bien ninguna organización ha reivindicado la autoría.
Del responsable hasta ahora ha trascendido que se trata de un hombre de 27 años y origen bangladeshí, aunque residente en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Los investigadores han averiguado también que trabajó como chófer, aunque no habría conducido ningún taxi oficial de Nueva York ni trabajado para la firma Uber.
Tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Interior han difundido sendos mensajes para pedir la colaboración ciudadana, con el objetivo de averiguar la mayor información posible sobre el detenido y los momentos en que se produjo la explosión.
A pesar de la escasa entidad de la explosión, en Manhattan se han vivido momentos de pánico. Las líneas A, C y E de metro, que enlazan con la estación de autobuses, han sido evacuadas y la Policía ha recomendado evitar Port Authority y la cercana Times Square.
El intercambiador de transporte ya ha recuperado su actividad normal, pero el despliegue de seguridad, protagonizado por la Policía y Bomberos, que han trasladado numerosos vehículos, aún permanecía horas después.