ESTADO DE EMERGENCIA EN VIRGINIA
La violencia volvió a azotar Charlottesville, en Virginia, cuando el organizador de la marcha por la supremacía blanca, Jason Kessler, fue rodeado y atacado por los manifestantes cuando se disponía a ofrecer su versión de los hechos en una rueda de prensa.
Así, Kessler fue recibido en el Ayuntamiento, el pasado domingo, entre abucheos. La multitud que lo esperaba no quería escuchar lo que tenía que decir, de manera que pronto la comparecencia estalló y los manifestantes se le echaron con violencia, llegando a perseguirle al grito de "asesino". Sus declaraciones aumentaban la tensión con el público. El hombre llega a recibir un puñetazo, tras el cual comienza a huir por los jardines del Ayuntamiento de Charlottesville.
La masa enfurecida le persigue y le golpea, al considerarle el culpable de las atrocidades cometidas en Virginia. Finalmente un policía consigue escoltarle hasta ponerlo a salvo y detiene a varios agresores. Los opositores creen que de nada sirvió que las autoridades prohibieran la marcha ultraderechista, que desencadenó un brutal enfrentamiento de neonazis, supremacistas y racistas contra los contramanifestantes y antifascistas. En el suceso una mujer perdía la vida y diecinueve personas resultaron heridas, después de que un conductor de veinte años arrollara con un vehículo a los manifestantes.