TRAS LA ACUSACIÓN DE TRUMP
La Casa Blanca ha matizado las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra su predecesor, Barack Obama, y ha asegurado que el actual mandatario no cree que su teléfono fuese pinchado durante la campaña para las elecciones de noviembre de 2016.
"No cree que el presidente Obama pinchase su teléfono personalmente", ha afirmado en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, que se ha limitado ahora a hablar de actividades de "vigilancia" en la Torre Trump de Nueva York. El actual mandatario, sin embargo, sí utilizó el término "escucha" en los mensajes de Twitter con los que denunció el supuesto espionaje, publicados el 4 de marzo.
Según Spicer, la palabra iba entrecomillada y, por tanto, no se trataba de una explicación literal de la vigilancia de la que habría sido víctima. "Creo que no hay duda de que había vigilancia de cara a las elecciones. Fue una actividad de la que se informó ampliamente", ha argumentado el portavoz presidencial, sin aclarar a lo que se estaba refiriendo.
Spicer ha dicho que le llama la atención que los mismos medios que supuestamente informaron de estas acciones "ahora se pregunten dónde está la prueba". Trump y su equipo han rehusado presentar pruebas de sus sospechas, lo que ha generado todo tipo de dudas que la Administración se esfuerza a duras penas en aclarar.
Uno de los periodistas asistentes a la rueda de prensa de este lunes le ha preguntado a Spicer si se puede tomar por "real" todo lo que dice el presidente. "Si no está bromeando, por supuesto. Cada vez que habla con autoridad, lo hace como presidente de Estados Unidos", ha respondido el portavoz.