Atentado Trump
El médico de Donald Trump asegura que la bala no acabó en el cerebro por apenas 6 milímetros. Una semana después siguen siendo muchas las preguntas para las que no hay respuesta.
Una semana después del intento de atentado contra Donald Trump siguen siendo muchas las preguntas que no tienen respuesta. Un hombre perdió la vida y dos personas resultaron heridas, el expresidente estadounidense consiguió, sin embargo, salvar su vida y lo ha hecho por apenas 6 milímetros.
Trump resultó herido en su oreja derecha. La huella de este ataque mide 2 centímetros y necesita cubrirla por sangrados ocasionales. Su médico asegura que la bala no acabó en el cerebro por apenas 6 milímetros. El candidato republicano no esconde este golpe del azar y en su primer mitin tras el tiroteo arrancó su discurso diciendo: "Estoy ante ustedes sólo por la gracia de Dios Todopoderoso".
Caprichos del destino fue uno de sus temas recurrentes en campaña, la inmigración ilegal, motivo al que el magnate atribuye el milagro. Asegura que se salvó de la bala, justo cuando giró la cabeza para mirar un gráfico sobre cruces fronterizos. "Así que fue la inmigración...como lo oís, la Inmigración."
Los fallos de seguridad del equipo de Donald Trump siguen en el punto de mira. La directora del servicio secreto comparecerá este lunes ante un comité de la Cámara de Representantes. Sigue resultando difícil entender por qué se excluyó de la zona de seguridad un almacén que estaba a 137 metros del atril del candidato. Tampoco se explica por qué se ignoraron los repetidos avisos de un sospechoso en la zona antes de iniciarse el mitin.
Sigue siendo un misterio la motivación de Thomas Crooks, un joven de 20 años y que se cree podría ser votante de los republicanos, para asesinar a Donald Trump. Los agentes han accedido a su teléfono móvil e investigan las llamadas porque aunque no se le conocían importantes simpatías políticas, sí tenía imágenes de Trump y Biden.
Según se van conociendo las informaciones se puede intuir que planeó el atentado con esmero, hasta tenía un dron para localizar el lugar desde donde disparar a Trump. Lo encontraron en su coche junto a explosivos y un chaleco antibalas.
Merodeó por la zona como muchos de los asistentes, pero su actitud llamó la atención de la seguridad. De hecho cuando subió al tejado lo confundieron con un miembro del equipo de seguridad. La policía local y el servicio secreto se culpan mutuamente.
El servicio secreto tendrá también que responder a por qué los agentes dejaron que Trump se quedara en el escenario tanto tiempo. En los últimos meses, el equipo de seguridad de Trump se había quejado de que el Servicio Secreto no les proporcionaba suficientes recursos y personal. Coincidiendo además con un aviso recibido por la inteligencia estadounidense en el que se alertaba de un supuesto complot orquestado por Irán con el objetivo de matar al magnate si bien esta amenaza no estaría relacionada con el ataque de Butler.
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