Donald Trump
El expresidente ha anunciado que el senador por Ohio JD Vance será su candidato a vicepresidente.
Con el puño en alto y la oreja vendada, Donald Trump ha elegido la primera jornada da la convención del partido republicano en Milwaukee para reaparecer después de que un joven de 20 años intentara asesinarlo durante un mitin. Aunque no ha faltado el que se considera su himno, el tema 'God Bless the USA' cantado en directo por Lee Greenwold, y ha elegido el momento de máxima audiencia en las televisiones norteamericanas, Trump se exhibido con gesto contenido, emocionado incluso y sin sus habituales bailes.
Trump, por primera vez, ha reflejado cierto atisbo de vulnerabilidad, marcado por la gravedad de los hechos ocurridos en Butler, Pensilvania, solo 48 horas antes. Como el mismo había declarado horas antes de reaparecer, es consciente de que se salvó de milagro y pesa la muerte de uno de sus seguidores así como los dos heridos graves en el tiroteo.
La fortaleza, la han aportado los miles de republicanos congregados en el estadio de Milwaukee y que han confirmado a Trump como el candidato del partido a la Casa Blanca. Lo han hecho por unanimidad, sin fisuras.
Lejos queda la división en las filas republicanas del día del asalto al Capitolio, cuando varios pesos pesados del partido decidieron alejarse de quien horas antes del asalto había arengado a sus seguidores. Trump es hoy la oportunidad del partido republicano para llegar a la Casa Blanca y lo frente a un Joe Biden más debilitado cada día que pasa.
Para su ticket electoral, Trump ha tirado de estrategia y ha seleccionado a un candidato a vicepresidente con tintes de sucesor para sus políticas trumpistas. JD Vance, quien hace ocho años llegó a comparar a Trump con Hitler en privado, es ahora su compañero de campaña. Comparten posturas en asuntos como la inmigración – Vance defendió cerrar la frontera con México – o el aborto, así como su posición crítica sobre la ayuda a Ucrania.
El magnate no da puntada sin hilo y con Vance, senador por Ohio, podría ganar votos en el llamado cinturón del óxido, la región del medio oeste de EE.UU. marcada por la decadencia industrial. Para los analistas, su elección entraña riesgos porque podría alejar el voto de los independientes. Pero si hay un momento para arriesgar con la fórmula para Trump, este es el idóneo. Tiene el respaldo, lidera las encuestas y su rival se desdibuja cada vez más asolado por las dudas sobre su capacidad como candidato desde el fatídico debate del 27 de junio.
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