Estados Unidos
Un gran jurado en el condado de Fulton, en Georgia, ha presentado numerosos cargos contra el expresidente, que ha sido acusado de 13 delitos.
Cuatro imputaciones en apenas cuatro meses. Ese es el resumen del contexto judicial en el que anda inmerso Donald Trump, expresidente de Estados Unidos. Esta vez le toca afrontar la Justicia en Georgia. Un gran jurado en el condado de Fulton ha presentado numerosos cargos contra el republicano, que ha sido acusado de 13 delitos.
Han presentado cargos contra el expresidente y 18 de sus asesores, entre los que se incluyen al excandidato a la presidencia en 2008, Rudy Giuliani, y el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows. Las acusaciones están vinculadas a los intentos de alterar los resultados de las elecciones de 2020 en ese Estado, que Trump perdió por algo menos de 12.000 votos.
También se le acusa por delito de violación de la ley de Georgia contra el crimen organizado, conspirar para suplantar a un funcionario, presionar para que un funcionario traicione el juramento de su cargo y conspirar para presentar documentos falsos y conspirar para perpetrar falsificación en una "asociación delictiva" en la que también participaron otra treintena de personas, no incluidas en el pliego de cargos.
Si sumamos el procesamiento por parte de la Justicia georgiana, ascienden a 119 los cargos penales contra el expresidente de Estados Unidos. Fani Willis, fiscal del condado de Fulton, es la persona que ha llevado a cabo la investigación y aseguró que Trump ha sido acusado "por asociación de malhechores para cometer delitos penales".
La misma fiscal ha puesto como fecha límite el próximo viernes a las 12 horas estadounidenses para que Donald Trump acuda al juzgado de Atlanta con el objetivo de recoger sus huellas dactilares y que el juez le indique todos los cargos de lo que se le acusan.
Los numerosos cargos a los que se enfrenta Donald Trump podrían acarrear secuelas importantes. Una de ellas podría ser el cumplimiento de la condena en caso de que fuese declarado culpable, un hecho que podría afectar directamente a su candidatura para ser presidente el próximo año. No podrá emplear la prerrogativa como jefe del Estado y del Gobierno para perdonarse a sí mismo.