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Un informe detallado de la Organización de Naciones Unidas asegura que varios de sus trabajadores en Kabul, que participan en la evacuación de cientos de afganos que quieren huir del país, llevan sufriendo las amenazadas de los talibanes desde el pasado 10 de agosto.
Toda promesa hecha por los talibanes a su llegada a Kabul está resultando ser en vano. Aseguraron dar la bienvenida a la ayuda pero, lo cierto es que según un informe detallado de la Organización de Naciones Unidas al que ha accedido Reuters, varios de sus empleados están recibiendo amenazas continuas por colaborar con las labores de repatriación de cientos de ciudadanos de Afganistán que tratan de huir de la capital.
Según informa Reuters, el organismo denuncia docenas de incidentes entre los que se encuentran amenazas veladas, el saqueo de oficinas de la ONU y el abuso físico de su personal desde el pasado 10 de agosto, poco antes de que los talibanes llegaran al poder en Afganistán.
"Sabemos quién eres y qué haces"
Uno de los ejemplos ocurrió el pasado domingo, cuando un funcionario afgano de las Naciones Unidas trataba de llegar al aeropuerto de Kabul. Asegura que registraron su vehículo y, al encontrar la identificación de la ONU, le golpearon.
Asimismo, al día siguiente, el lunes, otros tres hombres desconocidos y talibanes acudieron a la casa de otro de los empleados de la ONU para advertirle de que "sabían quién era y qué hacía". Fue el hijo pequeño del trabajador el que abrió la puerta. El niño explicó a los hombres que su padre no se encontraba en casa pero lo acusaron de mentir y también le amenazaron a él: "Sabemos la ubicación de tu padre", detalla el documento.
Una confianza socavada
Las docenas de denuncias, el asesinato de un familiar de un periodista alemán o los continuos testimonios de varias familias de afganas que aseguran ser intimidados y amenazados de muerte por los talibanes han terminado por socavar la confianza entre los asociados con las organizaciones extranjeras. De nada sirve que los talibanes aseguren a los ciudadanos y a las potencias occidentales que respetarán los derechos de las personas, si cada día que pasa la represalias por querer huir de Afganistán son mayores.
Ante el aluvión de críticas, elgrupo talibánha dicho que "investigaría los abusos denunciados" e insiste a los organismos de que su ayuda será bien recibida siempre y cuando no se utilice como un medio de influencia política sobre apagan Afganistán.
Unas afirmaciones que la ONU no termina por creer y que, a la vista de los esfuerzos de numerosos países pues repatriar cuanto antes a cientos de afganos, no servirán para confiar en la palabra del grupo armado.