CONTINUARÁ LLOVIENDO
La caída de nuevas lluvias fuertes complicó la asistencia a los afectados por las inundaciones más graves de la Historia de Pakistán, mientras las autoridades cruzan los dedos para que las presas del sur, adonde se han extendido las aguas, no se desborden.
El nivel del agua en dos presas de la provincia sudoriental de Sindh, de donde ya han sido evacuadas más de medio millón de personas, está creciendo considerablemente en las últimas horas.
El extremo del desbordamiento es probable este fin de semana, en el que persistirán las lluvias en todo Pakistán, mientras que el lunes y el martes el azote del monzón cesará, para luego volver con mayor intensidad durante el resto de la semana.
Un portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), Ahmad Kamal, situó el número de víctimas mortales hasta la fecha en torno a 1.100, pese a que las Naciones Unidas ofrecieron el jueves la cifra de 1.600.
De acuerdo con la versión de la NDMA, la tragedia ya ha afectado directamente a las vidas de 12 de los 170 millones de habitantes del país, aunque una fuente de la ONU matizó que este organismo aún sigue trabajando con algo más de cuatro millones de damnificados "graves" como referente.