TODOS HAN SIDO DETENIDOS

Doce hombres engañan a un guardia con mantequilla de cacahuete para fugarse de una cárcel de Alabama

Las autoridades en Florida (EEUU) han capturado al último de los doce presos que se habían fugado con la ayuda de mantequilla de cacahuete. Bradley Andrew Kilpatrick, el último de los fugados, fue detenido este martes al norte de West Palm Beach (Florida), a unos 1.125 kilómetros de la cárcel.

Doce reclusos han escapado de una cárcel del estado estadounidense de Alabama, de los cuales seis siguen en libertad, según han informado este domingo las autoridades.

Los reclusos han escapado de la prisión del condado de Walker, según ha asegurado la oficina del sheriff del condado a través de su cuenta en Facebook. Los fugitivos, todos hombres entre 18 y 30 años de edad, fueron encarcelados por cargos desde intento de asesinato, robo y violencia de género hasta posesión de drogas.

Las autoridades en Florida (EEUU) han capturado al último de los doce presos que se habían fugado con la ayuda de mantequilla de cacahuete. Bradley Andrew Kilpatrick, el último de los fugados, fue detenido este martes al norte de West Palm Beach (Florida), a más de 700 millas (unos 1.125 kilómetros) de la cárcel del condado de Walker (Alabama) de la que se fugó. Kilpatrick, de 24 años, estaba encarcelado por delitos de drogas.

Sus once compañeros de fuga habían sido detenidos en el área cercana a la cárcel durante las horas siguientes a huida del domingo. Según explicó el sherif del condado, James Underwood, los reos utilizaron mantequilla de cacahuete de sus sándwiches para cambiar los números de algunas de las puertas de la cárcel.

De este modo, se aprovecharon de que el guardia de prisiones a cargo en ese momento era un principiante para que les abriera una puerta que daba acceso al exterior, pensando que lo que abría era una celda. Los presos utilizaron sábanas para trepar el alambre de púas, aunque dos resultaron heridos y fueron hospitalizados tras su recaptura.

Cómo salieron de la cárcel

Aunque la cuestión que más preocupa es cómo salieron de la cárcel. Los reclusos se aprovecharon de un guardia novato y usaron mantequilla de cacahuete para tapar y cambiar los números de varias puertas de la cárcel, incluida una puerta que daba acceso al exterior. Uno de los presos pidió volver a su celda y el vigilante acabo abriendo la puerta que accedía a la calle, según informa The Washington Post. Después usaron sábanas para trepar las vallas de alambre.

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